Enfrentarse a un reclutador puede ser un poco desafiante. Al final, son ellos los que deciden en gran medida cuál será nuestra oportunidad de conseguir o no un empleo y, por lo mismo, tendremos que buscar la manera de agradarles y convencerlos de que somos óptimos para el puesto laboral que estamos buscando.
Sin embargo, más allá de los nervios que puede generar ir a una entrevista de trabajo, existen algunas cosas que obviamos a la hora de conversas con nuestro reclutador y, al hacerlo, nos estamos restando puntos automáticamente, quizá sin saberlo siquiera.
Aunque será normal que, por el mismo nervio, cometamos algún desliz que ocasione que digamos algo que probablemente no nos hay dejado satisfechos del todo, existen deslices que verdaderamente tenemos prohibido cometer. A continuación te dejamos cinco frases que por ningún motivo debes decir con tu reclutador:
1. “No sé”
Es normal que no lo sepas todo. Pero un ‘no sé’ no es el camino para demostrar que tienes interés en la resolución de problemas. Al final, debes recordar que un trabajo contrata gente que sea capaz de resolver problemas y los ‘no sé’, simplemente, demuestran ese poco interés por lograrlo. Aunque esta frase, en general, debe estar prohibida en tu vida laboral, si en algún momento es prioritario evitarla, es justamente en tu entrevista.
2. “Mi mayor defecto es ser perfeccionista”
No solo es un cliché, sino uno que te hace quedar muy mal parado. El perfeccionismo es un falso defecto. La gente, cuando se dice perfeccionista, no está buscando expresar un defecto, sino intentando autoadularse de una manera que maquille dicha adulación. Evita a toda costa decir que eres perfeccionista. En primer instancia, por lo comentado con anterioridad y, en segunda, por la falta de sinceridad que refleja. Si el reclutador oye que ‘eres perfeccionista’, se estará dando una idea de cuán falto de sinceridad puedes llegar a ser. Y eso, es algo que nadie quiere en su oficina.
3. “¿Falta mucho para que acabe la entrevista?”
Si no tienes paciencia para lidiar con el largo de una entrevista, muy seguramente no tendrás paciencia para una labor de ocho horas que conlleve cuestiones mucho más complejas que la resolución de preguntas ante una persona. En pocas palabras, estás facilitando la tarea del reclutador que, para esas alturas, muy seguramente ya tendrá su veredicto… Efectivamente, uno en donde la empresa y tú no están vinculados.
4. “Odiaba a mi antiguo jefe”
Esa o cualquier otra frase alusiva a algo negativo de tu antiguo trabajo, no es precisamente lo que los reclutadores quieran oír de ti. Evita hablar mal de tu antiguo empleo o de los integrantes de éste. En realidad, cuesta trabajo pensar en un panorama en donde hablar de ello sea benéfico para tus nuevas posibilidades en la búsqueda de un empleo nuevo. Los reclutadores no están interesados en escucharlo y, por el contrario, muy probablemente lo tomarán como algo negativo en pro de tus posibilidades de conseguir el trabajo.
5. “¿Cuánto me van a pagar?”
Claro, la paga es importante y hasta cierto punto es justo que sepas de cuánto será. Sin embargo, considera que no es lo prioritario… al menos con el reclutador. Es importante que ahondes en todos esos temas que puedan ser de interés ante él, antes de preguntar por el pago. Incluso, si la plática fluye de modo adecuado, será él quien saque el tema a relucir. Por lo tanto, se paciente y no llegues a ese punto con inmediatez, a menos que quieras ser percibido como alguien ambicioso.