Existen diversos trabajos, y con estos vienen incluidos todo tipo de jefes. Probablemente en tu vida laboral te has topado con aquel mal jefe que se la pasaba exigiendo y gritando, si no ¡tal vez eres tú! …o simplemente tienes suerte; lo cierto es que aquel que lleva el mando y tiene todo en control es un verdadero líder, contrario a un mal jefe al que le gusta verse como alguien sobresaliente.
A continuación te dejamos algunas de las típicas frases que estos desagradables y extraños seres suelen utilizar para demostrar su “superioridad”:
1. Yo soy el que manda aquí.
Sí, sabemos que eres el jefe y por lo tanto tienes la responsabilidad de tomar buenas decisiones para que todo marche correctamente; sin embargo, ¿quién te dice que todo lo que tú dices es lo más le conviene a la empresa? Que las palabras salgan de tu boca no significa que sean las mejores ideas (aunque a veces sí aplique).
2. Deja todo y haz “x” ahora.
Todos tenemos emergencias, puede ser que salga algo muy urgente de último minuto; en este caso, es entendible pero hay modos de pedir las cosas. Lo que no está padre es cuando esto pasa seguido y asignas un pendiente con carácter de urgente, después de 10 con las mismas características.
3. Si no te gusta tu trabajo, habrá alguien a quien sí.
Sí, es cierto que actualmente hay muchas personas que esperan por un mismo trabajo, pero no hables de reemplazo, si eres un mal jefe ten por seguro que a nadie le gustará trabajar contigo.
4. ¿Quién te dio permiso de hacer eso?
Nada peor que cortar la iniciativa, ¿quién dice que no escucharás una gran idea que les puede convenir a todos en la empresa? ¿Qué si se trata de un gran proyecto? No te cierres a tus ideas sólo porque piensas que son mejores.
5. No te pago para pensar.
Muy relacionada con la frase anterior. Sí, me pagas por trabajar, lo cual incluye mis conocimientos, si tengo una buena idea tengo el derecho a expresarla, así como a desarrollarme y crecer profesionalmente. Como jefe no debes sentirte amenazado por los empleados; al contrario, aprende de ellos.
6. Lo tendré en consideración.
Ésta bien podría cambiarse por un gran “no me importa”, pero, como ya lo hemos mencionado, las ideas que los empleados brindan pueden resultar más útiles y brillantes de lo que crees.
7. No me vengas con problemas, da soluciones.
Si surge un problema que los empleados no puedan resolver, como siguiente paso se acercarán a ti, ya que como jefe se supone tienes el conocimiento y la experiencia que te ayudarán a controlar todas las situaciones.
8. No quiero verte en Facebook (aplica para todas las redes sociales y sitios web).
Cierto es que a veces las personas abusamos del uso de las redes sociales, por lo que tenemos que aprender a ordenar nuestras prioridades. No obstante, las personas necesitan distraerse, descansar y relajarse ¿si ya acabaron los pendientes y entran un rato a Facebook, ¿en qué te afecta?
Lo mejor para que los empleados tengan buenas ideas y trabajen de la mejor manera es que se sientan bien, si tienes una mala actitud en nada ayudará a tu empresa. No seas un mal jefe, sé un líder.