Cómo hacer un CV si no tienes experiencia PASO A PASO

Fuente imagen: Flickr-Curriculum Vitae-the Italian voice

Por: Valeria Bocanegra

Terminaste tus estudios y ahora es momento de enfrentarte al mundo laboral, comienzas a ver ofertas y la primera pregunta que seguramente te surgirá será: ¿cómo hago un currículum si no tengo experiencia laboral? Ante esta interrogante, es importante que recuerdes que, incluso si no cuentas con experiencia “formal”, algunas de las actividades que realizaste mientras estudiabas te dotaron de habilidades que pueden ser valiosas para el puesto de tu interés.

Un CV bien estructurado y que destaque tus puntos más fuertes es fundamental para entrar en el mundo laboral. Hoy te explicamos cómo estructurar tu currículum si no tienes experiencia. Vamos a empezar con el formato, luego con los datos que puedes incluir y, por último, incluimos un ejemplo que puede servirte de inspiración.

 

El formato sí importa

Sabemos que hay un montón de plantillas en plataformas como en Canva o en Google Docs, sin embargo, aunque parezca contraintuitivo, nuestra primera recomendación es evitar el uso de esas plantillas, ya que a menudo presentan un formato de doble columna que dificulta la lectura y la búsqueda rápida de información clave. Toma en cuenta que los reclutadores la mayoría de las veces tienen que revisar una pila bastante gruesa de CV, por lo que piensa que sólo tienes alrededor de 30 segundos para llamar la atención del reclutador (Migonen Center for Career Success).

Pero, entonces, ¿cuál es el formato más recomendable? En términos de CV, mientras más simple, mejor (porque eso se traduce en mayor legibilidad). Así que aquí te van los puntos más importantes que debes tener en cuenta con respecto al formato:

  • Utiliza una fuente legible y profesional. Nada de Comic Sans o cualquier otra fuente “divertida”. En su lugar, prefiere familias tipográficas como Arial, Times New Roman o Calibri. Te recomendamos que el tamaño de la fuente sea de entre 11 y 12 puntos.
  • Coloca la información más importante a la izquierda. En español (y muchas lenguas occidentales con escritura basada en el alfabeto latino) leemos de izquierda a derecha, así que lo primero que verán los reclutadores será precisamente la información que se encuentra en donde empieza la lectura: a la izquierda. De modo que no quieres desperdiciar ese espacio con fechas o tu promedio general de la prepa.
  • No justifiques el texto. Aunque la justificación es una regla tipográfica a la que nos hemos acostumbrado, lo cierto es que la alineación a la izquierda facilita más la lectura, por las razones antes mencionadas.
  • Márgenes de ¾ o 1 pulgada. Esto te permitirá tener suficiente espacio para incluir la información sin que se vea amontonado.
  • Tu CV idealmente no debería tener más de una página o máximo dos (esto será sencillo para ti si estás buscando tu primer trabajo).
  • Utiliza diferentes estrategias para destacar la información que consideres más importante, como el uso de negritas.
  • Organiza la información en categorías. Ordena los datos según importancia y en un orden cronológico inverso, es decir: primero lo más reciente y, al último, lo más antiguo. Por ejemplo, si cuentas con estudios de posgrado, no quieres que piensen que tu último grado de estudios fue la licenciatura o el bachillerato (más adelante hablaremos sobre qué formación académica es relevante incluir).
  • No incluyas fotografía. Esta es una regla ya muy conocida entre los reclutadores: a menos que te estés postulando para un trabajo para ser modelo o actor, el cómo luces no es relevante en un proceso de contratación.
  • Incluye suficiente información que permita una lectura “fácil de escanear”. Los reclutadores no tienen mucho tiempo y a menudo escanean rápidamente los CV, por lo que es crucial que la información sea fácilmente ubicable, mediante el uso de palabras clave.

En resumen, aunque las plantillas de Canva se vean muy aesthetic, nuestra recomendación es que no te pongas muy creativo/a con el formato, es mejor seguir un formato simple, fácil de leer y estandarizado.

 

El contenido: ¿qué incluyo en mi CV si no tengo experiencia?

Ahora sí, vamos a describir qué datos e información debes incluir en tu CV. Piensa en el CV como una herramienta de marketing en la cual el producto que vas a vender es tu talento, conocimiento y habilidades. Como tal, debe contar una historia sobre quién eres tú en el campo laboral (tal vez por eso en países como Colombia al CV se le conoce como hoja de vida). Te mostramos una lista, con ejemplos de los elementos que no pueden faltar en tu CV.

  1. Datos personales y de contacto

Parece básico, pero asegúrate de incluir los siguientes datos:

  • Nombre y apellido. En esta primera etapa, no es necesario que incluyas tu nombre completo. Este es un error común en un mundo en el que estamos acostumbrados a dar nuestro nombre completo a la primera de cambios, aunque se trata de información sensible. Si tú te sientes cómodo o cómoda compartiendo esta información, está bien; pero si no es tu caso, puedes poner sólo un nombre y un apellido. A fin de cuentas, la única persona que necesita saber tu nombre completo es RRHH, una vez que seas contratado.
  • Número de contacto. Si te postulas para una vacante en un país diferente al tuyo, no olvides incluir la lada internacional.
  • Correo electrónico. Evita usar el correo que te hiciste cuando estabas en la secundaria, utiliza una dirección de correo electrónico que se vea profesional. Si tienes acceso a un correo institucional, te recomendamos utilizar ese (sólo si estás seguro/a de que no vas a perder acceso a él pronto).

Ahora, ¿qué no incluir? En este punto, los reclutadores no necesitan conocer información personal como tu CURP, RFC o estado civil. Asimismo, no aconsejamos añadir links a perfiles de redes sociales. 

 

  1. Resumen profesional o perfil personal (opcional)

Esta sección, también conocida como “Sobre mí” es opcional y, dependiendo del puesto, puede no ser necesaria. Se trata de una pequeña introducción en la cual cuentas quién eres, qué estás buscando y qué te hace destacar. Usa un tono claro, conciso y positivo. 

Evita palabras cliché, como “proactividad” (a menos que se mencione como un requisito en la vacante). Por otra parte, aunque sabemos que, al buscar tu primer trabajo, estás abierto/a a aprender, no hagas mucho énfasis en esto, pues no quieres dar la impresión de que el empleador tendrá que enseñarte a hacer todo el trabajo desde cero.

Aquí puedes ver un ejemplo:

Estudiante de Comunicación con interés en el marketing digital y redes sociales. Me considero una persona creativa, cooperativa y con facilidad de palabra. Busco una oportunidad para aplicar mis habilidades de SEO, redacción y ortografía en la creación de contenido para redes sociales.

Esta sección es una oportunidad para que presentes por primera vez las habilidades que más quieras destacar, así como para empezar a utilizar palabras clave. Éstas últimas se refieren a las palabras que están en la vacante que te interesa. Nota cómo en este ejemplo en lugar de decir que se busca aprender más sobre el SEO o redacción, se enfatiza el hecho de que ya se tiene un conocimiento básico sobre estos temas y que puede ser aplicado.

 

  1. Experiencia profesional

Sí, ya sabemos que si estás leyendo esto es porque no cuentas con experiencia laboral, pero te tenemos una sorpresa: es muy probable que sí la tengas y no te hayas dado cuenta. Por ejemplo, si realizaste tus estudios de licenciatura en México el servicio social es obligatorio para titularse. En ese sentido, ¡no dudes en incluirlo! No importa que no hayas recibido una remuneración, cuando haces servicio social estás desempeñando actividades que, en el mejor de los casos, están relacionados con la carrera que estudiaste.

También puedes incluir alguna otra actividad “informal”, como ayudarle a tu tío a hacer la página de Facebook de su negocio o algo similar, si te estás postulando para un puesto de marketing digital. Pero ¡ten cuidado! No incluyas actividades que, si bien puedan considerarse como experiencia laboral, no sean relevantes para el puesto de tu interés. Por ejemplo, si estás postulándote para un puesto como profesor y tu experiencia fue ayudarle a tu abuelita a vender Tupperware, por desgracia, no es importante para ese puesto. En cambio, en este caso sí podrías incluir tu experiencia dando asesorías a tus primitos o sobrinos. Aquí tienes un ejemplo:

Ahora que, si de plano no encuentras ninguna actividad que pueda considerarse como experiencia laboral, omite esta sección, pero ¡no te angusties! Esto no significa que tu perfil será menos atractivo, ya que puede destacar tus habilidades en otras secciones.

 

  1. Educación

Aquí va tu formación académica. Incluye tu carrera o tu último grado de estudios, la institución en la que estudiaste y el año de egreso. Ya que no cuentas con experiencia, puede resultar tentador atiborrar esta sección con todas las escuelas por las que has pasado, pero, por favor ¡no incluyas la primaria o el kínder al que asististe! 

Puede ser el caso que tu último grado de estudios sea el nivel medio superior, en ese caso, la única formación que debes incluir es la de la preparatoria a la que asististe (en caso de que en la secundaria hayas tomado algún taller semiprofesionalizante como carpintería o dibujo técnico que sea relevante para la vacante, puedes añadirlo). Si tu bachillerato contaba con una carrera técnica o especialización, es imprescindible que incluyas esta información. Por otro lado, si cuentas con estudios superiores (es decir, licenciatura o posgrados), no es necesario que agregues los datos sobre tu educación media superior, a menos que haya alguna actividad que realizaste durante esa etapa que pueda resultar importante para el perfil.

Te dejamos tres ejemplos. El primero es de una persona (imaginaria, cabe aclarar) cuyo último grado de estudios es el bachillerato; el segundo, una persona que cuenta con estudios de licenciatura y que cursó un bachillerato técnico; y, el último, alguien que cuenta con estudios de posgrado. Nota cómo en los tres ejemplos la información sobre el lugar y las fechas en las que se realizaron los estudios está a la derecha y, los grados de estudio, a la izquierda.

En este primer ejemplo incluimos el promedio ya que esto puede hablar no de tu coeficiente intelectual, sino más bien del compromiso y dedicación. Si tu promedio no fue tan bueno, no es necesario incluirlo: si esa información no te ayuda, es mejor omitirla. No está de más recordar que los buenos promedios no son sinónimos de ser mejores o peores estudiantes.

En el segundo ejemplo, se incluye la información del bachillerato, ya que está relacionada con el área de especialización: salud. Si, por ejemplo, la carrera técnica hubiera sido en gastronomía o máquinas y herramientas, ese sería un caso en el que esa información no es relevante, por lo que puedes omitirla. Aquí también se incluye la mención honorífica como parte de la formación académica.

Por último, en este tercer ejemplo se incluye únicamente la información de los estudios superiores, ya que, incluso si tu bachillerato se relacionaba con el área de los negocios, en este punto el posgrado habla por sí mismo, así que es mejor no amontonar información que puede resultar redundante. Con respecto a los perfiles académicos, si te estás postulando para un trabajo en la Academia, es importante que también incluyas el título de tus investigaciones, así como el nombre de tu comité (director de tesis y lectores).

 

  1. Formaciones adicionales: cursos, talleres o certificaciones

Si además de tus estudios formales también tomaste cursos en línea o presenciales, agrégalos. ¡Ojo! Si resulta que eres un humano del Renacimiento al que le encanta tomar cursos en áreas muy variadas del conocimiento, te recomendamos hacer una selección de aquellos que sean más relevantes para la vacante de interés. Agrega también las habilidades o conocimientos más importantes que obtuviste en esos cursos o capacitaciones. Puedes ver un ejemplo a continuación:

 

  1. Habilidades

Esto ya más o menos lo habrás ido delineando a lo largo de las otras secciones, pero aquí lo puedes hacer más explícito. Incluye tanto tus habilidades blandas (soft skills) como las habilidades duras. Las primeras se refieren a aquellas sobre tu capacidad de trabajar en equipo, la puntualidad, la comunicación asertiva, etc. En cambio, las habilidades duras o técnicas incluyen el manejo de cualquier herramienta especializada.

Aquí tienes un ejemplo de lo que puedes incluir en esta sección:

  • Manejo avanzado de Excel y Word.
  • Canva y Adobe InDesign
  • Trabajo en equipo
  • Comunicación oral y escrita
  • Mecanografía

 

  1. Idiomas

En un mundo globalizado, los idiomas te ofrecerán una ventaja competitiva frente a otros candidatos. Sin embargo, sé honesto/a y no pongas idiomas que no dominas. Tampoco te recomendamos incluir tu lengua materna, a menos que ésta sea diferente a la que se habla mayoritariamente en el país o ciudad en la que te vas a postular. Por ejemplo, si te postulas a una vacante, digamos, en Estados Unidos, no incluyas el inglés como parte de los idiomas, pero sí tu lengua materna (en este caso, español, porque es diferente de la lengua oficial de ese país). En cambio, si te postulas en México, te recomendamos omitir el español como parte de los idiomas que hablas.

Por otro lado, si ya realizaste algún examen de certificación de idiomas que permita respaldar el nivel en el que te encuentres, este es el lugar para presumir tu puntaje del TOEFL. En caso de no ser, trata de utilizar términos como “intermedio”, “conocimiento básico” o “conversacional” y evita el uso de gráficas, estrellas o cualquier otro recurso visual para señalar el “nivel” del idioma que tienes. Sí puedes incluir idiomas que dominas en sólo alguna de las habilidades, por ejemplo:

  1. Experiencia extracurricular

Aquí puedes agregar información sobre actividades de voluntariado que te ayudaron a formarte como un candidato más atractivo para la oferta laboral. Por ejemplo, si te postulas para un puesto administrativo y fuiste voluntario en el comité organizador de la feria de tu colonia, esa es información relevante que destaca tus fortalezas relacionadas con tu puesto de interés.

 

  1. Referencias

Las referencias son de utilidad porque muestran que hay gente que está dispuesta a respaldarte como profesionista. Te recomendamos incluir al menos una referencia, con los datos de contacto del lugar de trabajo. No está de más recordar que quienes aparezcan en tu sección de referencias tienen que haber accedido a ser incluidas en tu CV.

A continuación, puedes ver un ejemplo de cómo se vería un CV sin experiencia, pero igualmente atractivo, destacando tus habilidades más importantes.

 

Conclusión

Tener poca o nula experiencia no significa que no tengas nada para ofrecer. Tu formación, tu actitud y tus habilidades son valiosas en el mundo laboral. Un buen CV es tu carta de presentación, de modo que es importante que construyas uno que refleje las cualidades que sí posee, en lugar de preocuparte lo que aún te falta. Recuerda que todos alguna vez empezamos sin experiencia, así que anímate a dar este primer paso con seguridad, sigue estos consejos y ¡suerte en tu búsqueda de empleo!

Diana:
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