Millennials vs Gen Z: ¿A quién le va mejor en el mundo laboral?

Por: Valeria Bocanegra

El mundo laboral está en constante evolución y, con él, las nuevas generaciones traen cambios en la forma de trabajar, en sus expectativas profesionales y en su relación con las empresas.

Actualmente, millennials y generación Z son dos de los grupos más influyentes en el entorno laboral, ya que son quienes se encuentran en las edades más productivas: por un lado, los millennials se encuentran en su late 30 o early 40, mientras que los Gen Z están posicionándose en sus primeros trabajos después de egresar de la universidad.

Si bien ambas generaciones han crecido en un mundo digital, los millenials (aunque los años varían según la fuente, se puede decir que son las personas nacidas entre 1981 y 1996) fueron testigos de la transición de lo analógico a lo digital, mientras que la Gen Z (nacidos entre 1996 y 2012) ya nació en un entorno completamente digitalizado. Esta diferencia ha marcado sus expectativas laborales y la forma en que interactúan con el trabajo.

A continuación, exploramos las diferencias más importantes entre estos dos grupos en el ámbito laboral.

 

Expectativas sobre el trabajo y estabilidad laboral

Los millennials valoran la estabilidad laboral, pero también buscan un equilibrio entre vida profesional y laboral. Aunque no temen cambiar de empleo si una oferta les parece más atractiva, muchos prefieren construir una carrera dentro de una empresa que les brinde crecimiento y propósito.

Por otro lado, la Gen Z tiene una mentalidad mucho más flexible en cuanto al trabajo. Debido a la alta competitividad en el mercado laboral, son conscientes de que la estabilidad laboral es difícil de encontrar, por lo cual valorar experiencia laborales que les permitan desarrollarse más rápido. Están dispuestos a renunciar si sienten que no están creciendo o si el ambiente laboral no cumple con sus expectativas. Para la Gen Z, cambiar de empleo cada pocos años es muy común, no sólo porque son más desapegados, sino porque buscan constantemente mejores oportunidades. 

Estas diferencias se ven permeada también por el cambio de estilo de vida. Los millennials están en una etapa de sus vidas en las que tienen otras responsabilidades, como mantener una familia o hacerse cargo de sus padres. Por otro lado, los de la Gen Z se encuentra en una etapa en la que su mayor responsabilidad son ellos mismos, lo que les permite tener más dinamicidad.

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Uso de la tecnología en el trabajo

Ambas generaciones son tecnológicamente diestras, pero con enfoques distintos. Los millennials crecieron en la era de las computadoras y fueron testigos del auge del internet, las redes sociales y los smartphones, lo que los convirtió en una generación altamente digital. Sin embargo, aún pueden adaptarse a procesos más tradicionales en el trabajo.

La Gen Z, en cambio, nacieron en un mundo donde la tecnología ya estaba completamente integrada en la vida cotidiana. Están acostumbrados a la inmediatez, a herramientas colaborativas en la nube y a comunicarse a través de redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea.

 

Cultura del trabajo remoto y flexibilidad

Los millennials, aunque disfrutan del trabajo remoto, pueden adaptarse con mayor facilidad a los esquema híbridos o tradicionales de oficina. Muchos valoran los espacios colaborativos y la oportunidad de interactuar cara a cara con sus compañeros.

Por otro lado, la Gen Z ve el trabajo remoto como el esquema ideal. Crecieron en un contexto en el cual ser multitask es la regla, por lo que están acostumbrados a trabajar desde cualquier lugar. No es extraño escuchar a esta generación hablar de cómo prefieren trabajar en cafés o restaurantes, antes que en una oficina, de ahí el auge de los espacios de co-working. En suma, prefieren medir su desempeño por los resultados obtenidos y no por las horas pasadas en la oficina.

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Prioridades en el ambiente laboral

Los millennials priorizan un buen ambiente laboral, buscan empresas con una cultura organizacional sólida y prefieren lugares de trabajo donde sientan que su voz es escuchada. Además, valoran mucho el propósito de la empresa y quieren trabajar en lugares que compartan sus valores.

Por otro lado, la Gen Z es más pragmática y directa en sus expectativas. No sólo buscan un buen ambiente, sino también estabilidad emocional y bienestar personal. Si un trabajo no les permite cuidar de su salud mental o no les da la flexibilidad que necesitan, no dudan en dejarlo. Además, son mucho más vocales en cuanto a sus derechos y no temen exigir mejores condiciones laborales. Asimismo, tienden a mostrar mayor inteligencia emocional, así como asertividad en la forma en que se comunican.

 

Relación con la autoridad y jerarquía

Los millennials fueron los primeros en desafiar las jerarquías tradicionales en el trabajo. Prefieren estructuras más horizontales y valoran el liderazgo basado en la colaboración y el respeto mutuo. Aunque siguen respetando la autoridad, esperan que los líderes sean accesibles y estén dispuestos a escuchar sus ideas.

Por otro lado, la Gen Z tiende a desafiar aún más las estructuras jerárquicas. No les interesa seguir el modelo corporativo tradicional y prefieren líderes auténticos y transparentes. Son directos en sus opiniones, establecen límites claros entre lo laboral y lo personal y no temen expresar sus inquietudes, incluso frente a altos ejecutivos.

 

Expectativas salariales y motivación económica

Para los millennials, la estabilidad financiera es importante, pero también priorizan otros factores como el propósito en el trabajo y el crecimiento profesional. No sólo buscan un buen sueldo, sino también beneficios adicionales como horarios flexibles, días de descanso y prestaciones.

La Gen Z, en cambio, tiene una visión más práctica sobre el dinero. Para ellos, el salario es un factor determinante y están dispuestos a cambiar de empleo rápidamente si encuentra una mejor oferta. Crecieron en un mundo donde las crisis económicas y la inflación son el pan de cada día, por lo que priorizan la seguridad financiera desde una edad temprana. A esto hay que agregar que, a pesar de no tener muchas responsabilidades, tienen un patrón de hiperconsumo que hace indispensable buscar un salario competitivo.

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Emprendimiento y múltiples fuentes de ingresos

Los millennials fueron la generación que popularizó el emprendimiento, pero la Gen Z lo ha llevado a otro nivel. Mientras que los millennials sueñan con crear su propia empresa, los Gen Z han crecido con herramientas digitales que les permiten generar ingresos desde edades tempranas.

La generación Z no confía en un solo empleo y prefieren diversificar sus ingresos. Muchos combinan su trabajo formal con actividades como la creación de contenido en redes sociales, inversiones en criptomonedas o proyectos freelance. Debido a la competitividad del mercado, la única manera de obtener estabilidad económica es a través de múltiples actividades económicas.

 

Aprendizaje y capacitación

Los millennials valoran el aprendizaje continuo y están dispuestos a tomar cursos y certificaciones para mejorar su perfil profesional. Prefieren formaciones estructuradas, como diplomados o maestrías, y buscan empresas que ofrezcan programas de capacitación.

La gen Z, por su parte, prefiere un aprendizaje autodidacta y de acceso inmediato e ilimitado. No esperan a que la empresa les brinde capacitación; en su lugar, buscan cursos en plataformas digitales. Son expertos en adquirir conocimientos de manera rápida y práctica, lo que los hace altamente adaptables. Otra característica saliente en este aspecto sobre la Gen Z es que, ya que han crecido en un mundo mucho más globalizado donde la cultura de los Estados Unidos ha permeado todas las esferas, tienen mejores habilidades en el idioma inglés.

 

Conclusión

Las empresas que logren entender estas diferencias podrán crear entornos de trabajo más atractivos para ambas generaciones, impulsando la productividad y la innovación. En un mundo laboral en constante cambio, adaptarse a las nuevas expectativas de los trabajadores es clave para construir equipos sólidos y comprometidos.