Por: Luis Palos
Si formas parte de la generación millennial y trabajas en una oficina, seguramente te has sentido identificado con el término “godínez”. Aunque el mundo laboral ha cambiado en los últimos años, muchas dinámicas siguen siendo las mismas, y con ellas, las quejas más frecuentes de quienes pasan buena parte de su día frente a una computadora o en juntas interminables. Desde la falta de oportunidades de crecimiento hasta la carga excesiva de trabajo, hay ciertas frustraciones que parecen ser compartidas por la mayoría. Aquí te contamos cuáles son las más comunes y algunos consejos para sobrellevarlas.
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Falta de crecimiento profesional
Uno de los principales motivos de insatisfacción es sentir que el trabajo se ha vuelto monótono y sin oportunidades de desarrollo. Si llevas años en el mismo puesto sin posibilidad de ascenso, es normal que sientas frustración. ¿Quién no lo haría? Tus necesidades crecen, así como tus ganas de avanzar en la empresa.
Consejo: ¿Tu empresa tiene oportunidades de crecimiento para tu puesto? ¿Qué hace más atractivo otro perfil sobre el tuyo? Busca adquirir nuevas habilidades, capacítate y hazle saber a tu jefe que estás listo para asumir nuevos retos. Si la empresa no ofrece crecimiento, considera otras opciones.
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Sueldos bajos y pocas prestaciones
Muchos godínez millennials consideran que su sueldo no es acorde con la cantidad de trabajo que realizan. Ya ni hablar de las necesidades para llevar una buena calidad de vida. Además, las prestaciones suelen ser limitadas en comparación con generaciones anteriores.
Consejo: Infórmate sobre los sueldos del mercado y negocia un aumento basado en resultados. También puedes buscar ingresos adicionales mediante freelancing o emprendimientos. Si tu empresa no cumple con tus necesidades, considera cambiar de empleo.
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Jornadas laborales interminables
Aunque la jornada laboral debería ser de ocho horas, es común que se extienda debido a la carga de trabajo o la cultura de estar “siempre disponible” o “ponerse la camiseta”. Es comprensible que sientas frustración. ¿Dónde está el tiempo para ti mismo?
Consejo: Aprende a gestionar tu tiempo y establece límites. Recuerda que tu bienestar es importante y que una mejor organización puede ayudarte a evitar quedarse horas extra sin necesidad. Además, no te sientas culpable en decir que “no”. Está bien. Tienes una vida fuera del trabajo y no puedes dejarla de lado.
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Falta de confianza y reconocimiento
Muchos jefes aún tienen una mentalidad tradicional y sienten la necesidad de supervisar cada movimiento de sus empleados, lo que genera estrés y desmotivación. ¿Aún supervisan cada una de tus tareas a pesar de que llevas mucho tiempo en la empresa?
Consejo: Demuestra tu capacidad de autogestión con resultados. Si la situación persiste, intenta hablar con tu jefe sobre la posibilidad de mayor autonomía. Hay formas muy seguras de expresar este descontento como: entiendo que a veces te bombardean de trabajo, ¿te gustaría que lo supervise por mi cuenta para ahorrarte trabajo?
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Reuniones innecesarias y correos interminables
Las juntas que pudieron ser un correo y los correos que parecen libros son una de las mayores quejas en el mundo godín. La sensación de perder tiempo en reuniones sin sentido puede afectar la productividad.
Consejo: Si tienes la oportunidad, sugiere formas más eficientes de comunicación, como reportes breves o reuniones más estructuradas, de esta forma podrás optimizar el tiempo y evitar que las reuniones se alarguen innecesariamente.
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Falta de equilibrio entre vida y trabajo
La cultura del “trabajar hasta morir” sigue presente en muchas empresas, lo que hace difícil mantener un balance entre la vida personal y profesional. Nuestra generación está más consciente de los límites entre trabajo y vida personal.
Consejo: Aprende a desconectarte del trabajo fuera del horario laboral y prioriza actividades que te ayuden a relajarte y recargar energías. No te sientas culpable de silenciar a tus compañeros de trabajo o hasta tu jefe. Tu vida personal es importante y debe respetarse.
Las cosas están cambiando, sí, aunque a veces nos es suficiente. Si bien el entorno laboral tiene sus desafíos, siempre hay formas de adaptarse y mejorar la experiencia. Identificar qué aspectos afectan tu bienestar y tomar medidas para cambiar lo que está en tus manos te ayudará a disfrutar más tu trabajo o, en su caso, buscar mejores oportunidades. Además, no olvides cerrar una red de confianza con tus compañeros, así podrán evitar que algunas situaciones se salgan de control.